Claudia Garrido reflexiona sobre los «tratamientos milagro» y nos explica algunos aspectos a tener en cuenta sobre esas curas milagrosas que a veces aparecen por la red.
Claudia es Bióloga y experta en sanidad apícola.
Es consultora sobre temas de salud de las abejas en el campo de la agricultura y la medicina veterinaria. Tiene su propia web, BeeSafe, en cuyo blog publica regularmente artículos sobre la salud de las abejas.
Los tratamientos contra la varroa son víctimas de crimen. En un doble sentido como verán. En una serie policíaca que miré un tiempo atrás la víctima era un apicultor matado durante un control a sus colonias.
La varroa también tuvo su rol: había apicultores que habían perdido todo por no tratar bien. Le robaban a otros apicultores para compensar esas pérdidas. Lo que ya es un crimen. Pero hubo otro, menos obvio: a pesar de explicar que la varroa es el peligro más grande para la sanidad apícola (correcto), decían que no hay nada contra la varroa. Eso para alguien que trabaja hace 25 años en el área es una declaración difamatoria. También si no tiene consecuencias penales.
Un malentendido común
Una pregunta que escucho muy a menudo es. “¿Cuándo finalmente habrá algo contra la varroa?”. Mi respuesta, poco satisfactoria para el interrogador es siempre la misma: hay varios tratamientos que funcionan bien y mantienen a las abejas sanas y productivas.
Lo que la pregunta en el fondo quiere decir es “¿Cuándo desaparecerá la varroa?”. Lo que no pasará nunca, lo siento. Varroa destructor se encuentra en casi todo el mundo. Sólo Australia todavía se defendía contra el ácaro, a pesar que el 2018 hubo noticias que se encontró en el puerto de Melbourne y finalmente entró en 2022.
Es un malentendido muy común que los remedios pueden erradicar completamente a las enfermedades o los parásitos. Por lo que sé, la única enfermedad que desapareció completamente en la historia de la medicina es la viruela. En mi generación llevamos todavía las cicatriz de esa vacuna.
Otras enfermedades como el polio o el sarampión están en general bien controladas también gracias a vacunas. Pero siguen existiendo. En el caso de la varroa es aún más complicado, no se puede vacunar contra un parásito. Se puede tratar, nada más. No va a desaparecer. Es un problema que nos creamos hace 30-40 años atrás y que ahora tenemos que aguantar y controlar.
Los tratamientos contra la varroa son medicamentos
Encontrar buenos tratamientos no es tan fácil como podría parecer. Hay que encontrar sustancias que son eficaces contra la varroa pero seguras para las abejas. Cada medicamento – y los tratamientos contra la varroa lo son – tiene también efectos secundarios.
Por eso es tan importante leer bien las etiquetas de los tratamientos: para aprovechar el efecto contra la varroa de manera segura para las abejas. Además que con las abejas se tratan animales que producen alimentos, lo que implica una alta responsabilidad del apicultor para la calidad de sus productos.
Es por eso que los tratamientos tienen que pasar un proceso de registración. No es para robarles dinero a los apicultores y enriquecer a la industria. Es por seguridad del consumidor y la sanidad apícola.
Es aquí donde llegamos al crimen real, fuera de las series policíacas. En los 25 años que me ocupo de estas cosas ya he visto muchas curas milagrosas. Una de las peores – que no nombraré para no hacerle publicidad indirectamente – promete una eficacia de 100% en 24 horas. Esto es lo que piden los apicultores que me preguntan cuando habrá algo contra la varroa. Pero es un fraude. El productor se aprovecha de la preocupación de los apicultores sin seguir la legislación. Eso no es sólo una infracción, es un hecho penal.
Porqué los tratamientos contra la varroa son importantes y en que fijarse
Que los tratamientos contra la varroa se discutan en una serie policíaca me divierte a pesar de las impresiciones. Pero si se trata del mundo real, las actividades fraudulosas de una empresa no me hacen gracia. No es un detalle irrelevante, pone en peligro a las abejas melíferas y también a la existencia de los apicultores que se fían de las promesas falsas.
En el mejor de los casos, las colonias se quedan con las varroa y basta. En el peor no sólo se mueren las abejas pero también se contamina la miel u otros productos. Por lo tanto es en el interés del apicultor mismo de usar solamente tratamientos registrados.
En la UE se encuentran los productos registrados en los sitios de las agencias competentes, en España el AEMPS. Pero también sin buscar listas de productos, un tratamiento legal se reconoce fácilmente:
- En el producto se declara explícitamente la sustancia activa, que puede ser por ejemplo amitraz, ácido oxálico o timolo. En general, es mejor usar productos con una sola sustancia activa. Una excepción es el timol. En este caso la combinación con otros aceites esenciales aumenta la eficacia. Más informacion se encuentra en este artículo.
- La etiqueta indica cuando y cómo usar el producto.
- Hay una clara indicación de la dosis.
- Tiene que haber un número de registro y una fecha cuando la información se actualizó la última vez.
Y por favor: si un producto promete 100% de eficacia, no caigáis en esa trampa fraudulenta.
Artículo publicado en apis.vet